martes, 4 de julio de 2017

IDEAS

A menudo nos dejamos alterar por cosas que,al examinarlas con mayor atención, no son realmente tan tremendas. Nos obsesionamos por problemas y preocupaciones pequeños y lo sacamos de su justa proporción. Por ejemplo, puede que un desconocido nos cierre el paso en medio del tráfico. En lugar de olvidarnos del asunto y continuar con las jornada sin darle más importancia, nos convencemos de que nuestro enojo está justificado. Representamos un enfrentamiento imaginario dentro de nuestra cabeza. Muchos de nosotros tal vez le hablamos luego del incidente a otra persona, en lugar de dejar el tema. 

Si aprendemos a no preocuparnos por la cosas pequeñas obtendremos enormes beneficios. Cuando te comprometas a alcanzar esta meta, descubrirás que tienes muchísima más energía para ser más amable y más bondadoso.




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