Escher
tenía razón.
Los
hombres suben y bajan por escaleras a la vez,
la
mano dibuja a la mano que la dibuja,
y
una mujer se suspende sobre sus propios hombros.
Sin
ti y sin mí el universo es sencillo,
gobernado
con la regularidad de una cárcel.
Las
galaxias giran por unos arcos estipulados,
las
estrellas desaparecen a la hora indicada,
los
cuervos vuelan hacia el sur
y
los monos están en celo cuando toca.
Pero
nosotros, a quienes el cosmos moldeó
durante
miles de millones de años
para
encajar en este lugar, sabemos que fracasó.
Porque
podemos cambiar nuestro molde,
alargar
un brazo por entre los barrotes
y,
como Escher, sacarnos.
Y
mientras las ballenas
estan
eternamente confinada en los mares,
ascendemos
por las olas,
y
miramos la tierra desde las nubes...
De Look Down from Clouds (Marvin Levine,
1997).
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