Quisiera hacer hincapié en un proceso que nos afecta a todo al
mundo de una manera u otra. Lo observamos en todos los que nos rodean, lo vemos en una u otra persona, hasta en nosotros mismos. Aquí se pretende hacer consciente ese proceso. Veamos.
El asunto es que hago yo ante
otra persona, familiar o amigo, particularmente, a la hora de relacionarme con
él. Aquí encontramos dos caminos a tomar.
Por un lado, puedo
quedarme sentado, pasivo, y así pensar: “cómo la otra persona no me llama, no
me visita, pues yo no lo llamo o no lo visito”. La mayoría de la gente tiene
pensamientos de este tipo. Toman la decisión de quedarse inactivos, parados. No
me relaciono. Se basan en lo que la otra persona hace.
Por otro lado, puedo tomar
un papel más activo. Puedo pensar: “me da igual que la otra persona me llame o
me visite, es lo que yo quiero, y lo que quiero es...”. Aquí, la persona es
activa. Mi decisión depende de mí mism@, no baso mi decisión en lo que haga la
otra persona, sino en lo que depende de mí.
Ten en cuenta que aquí no
hablamos de que yo nunca tengo tiempo
para llamar, o mi tipo de vida no me permite visitar a nadie. Aquí sólo
comentamos los dos tipos de procesos que se llevan a cabo a la hora de
enfrentarse a tu decisión de relacionarte (específicamente, llamar por teléfono
o visitar) que se observan en la mayoría de personas.
Ahora, tú decides. Me quedo pasivo por cómo se comportan los demás. O me muevo por lo que yo quiero, sin basarme en lo que hacen los demás, sólo teniendo en cuenta lo que depende de mí. Nadie te juzga. ¿Tú decides?
Armando Galián. Psicólogo.
Calle Apóstoles, 26 Entlo A (Murcia)
Teléfono: 661 235 280
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