martes, 4 de julio de 2017

ANSIEDAD


La ansiedad es uno de los síntomas que más frecuentemente encontramos en la clínica y puede llegar a ser uno de los cuadros más inhabilitantes para la vida de una persona.
La ansiedad en sí misma forma parte de las experiencias habituales del ser humano y de su repertorio de respuestas ante determinadas situaciones. Es una sensación habitual que no, no es agradable, pero resulta adaptativa en determinadas circunstancias porque nos pone en guardia, nos activa cuando imaginamos algo que va a suceder.
Es un “miedo” ante una situación que imaginamos o anticipamos compuesta por pensamientos de peligro, sensaciones de aprensión, reacciones fisiológicas y respuestas motoras. Efectivamente si vamos a realizar un viaje a un país remoto y desconocido, si vamos a enfrentarnos a un nuevo trabajo con nuevos compañeros, si nos mudamos de casa o tenemos que someternos a una operación, la ansiedad se va a encargar de mantenernos en estado de alerta con el fin de anticipar los imprevistos que puedan acontecer y reaccionar ante ellos, pero ¿se pierde esta función adaptativa?
De repente una persona se encuentra con que todo lo que tiene que hacer es una fuente de peligros y de temores, la activación de su cuerpo no termina nunca y la única manera de evitar ese estado es dejar de hacer cosas (cada vez más) con lo que al final, cualquier pequeña actividad se magnifica y supone más temor.

¿Cómo llevas tu ansiedad?

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